O SAMAÍN

Samaín es una celebración de origen celta que el cristianismo reconvirtió en el Día de Todos los Santos. Esta fiesta llevaba unas décadas olvidada, pero en los últimos años se está volviendo a recuperar gracias al trabajo realizado en las escuelas y en varios ayuntamientos de Galicia. 

La noche del 31 de octubre comienza el Año Nuevo celta, remata el verano y entra el invierno. En esta noche las ánimas de los muertos atraviesan la puerta que separa el mundo de los vivos y de los muertos y visitan las casas de sus familias para calentarse y tomar algo de alimento

ORIGEN
Por un lado encontramos que el origen pagano de la celebración podríamos atribuirlo a la celebración Celta, llamada «Samhain» y que tenía como objetivo reverenciar a los ancestros .Su religión, conocida como Druidismo, desapareció en la mayoría de las comunidades celtas con la evangelización que tuvo lugar a finales del siglo II.

RELACIÓN CON EL DRUIDISMO

Sobre la religión de los druidas, no sabemos mucho pues no escribieron sobre ella, todo se transmitía de generación en generación. Sabemos, que las festividades del Samhain se celebraban muy posiblemente entre el 5 de noviembre y el 7 de noviembre (a la mitad del equinoccio de otoño y el solsticio de invierno) con una serie de festividades que duraban una semana, finalizando con la fiesta de «los espíritus» y con ello se iniciaba el año nuevo celta.

Esta fiesta de los espíritus era una de sus fiestas principales pues celebraban lo que para los cristianos sería el «cielo y la tierra» (conceptos que llegaron solo con el cristianismo).


Para ellos el lugar de los espíritus era un lugar de felicidad perfecta en la que no había hambre ni dolor. Los celtas celebraban esta fiesta con ritos en los cuales, los sacerdotes druidas, sirviendo como «médium», se comunicaban con sus antepasados esperando ser guiados en esta vida hacia la inmortal. Se dice que los «espíritus» de los ancestros venían en esa fecha a visitar sus antiguos hogares.

SAMHAIN (SAMAÍN) EN LA CULTURA GALLEGA

Rafael López Loureiro, maestro de escuela de Cedeira (A Coruña) fue el responsable de redescubrir esta tradición y comprobar que existía por toda Galicia hasta hace menos de treinta años.

Además, también comprobó su pervivencia en el norte de Cáceres, alrededor de la zona en la que están situadas las aldeas de habla gallega, y en zonas de Zamora y de León cercanas a Galicia y donde la lengua y las tradiciones gallegas están muy arraigadas. Además, este estudioso analizó la relación de la costumbre de las calabazas con el culto a la muerte y a semejanza con las tradiciones hermanas de las islas británicas. Hasta llegó a detectar peculiaridades como la de Quiroga (Lugo), donde la calabaza tallada se seca y se conserva para usarla como máscara en el Entroido. Su trabajo sobre esta tradición, recogido en el libro “Caliveras de melón” (calaveras de melón) y en otra de posterior aparición, empezó aun ahora a llamar la atención de los antropólogos.


Hoy en día se sigue celebrando año tras año el Samhain (Samaín en gallego) en gran parte de ciudades y pueblos de Galicia, como A Coruña, Ferrol, Cedeira, etc.

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