La comarca del Barbanza / BOIRO



Desperdigados por este afortunado solar "arousán" se encuentran los núcleos que conforman el actual Boiro; ayuntamiento en constante progresión económica, demográfica y cultural, que cuenta con una población próxima a los 18.500 habitantes.

Destacan en este conjunto municipal los burgos marinero de Escarabote y Cabo da Cruz, y sobre todo la villa de Boiro, la capital, núcleo que en las últimas décadas experimentó un importante crecimiento a todos los niveles, convirtiéndose en una de las villas más pujantes y modernas de la comarca barbanzana.

Escarabote
Cabo de cruz
La actividad básica de este ayuntamiento gira en torno al mar, siendo el cultivo del mejillón el que da lugar a una activa y en continua progresión industria derivada (fábricas de conservas, depuradoras de mariscos, pequeños astilleros, ...)




Junto a esta industria que nace del mar, las fábricas textiles, los pujantes sectores de la construcción y servicios, que tienen en la villa boirense un importante centro, y el turismo estival, que cada temporada atrae a estas tierras a miles de visitantes, constituyen buena referencia del empuje económico local.


Boiro es, pues, un ayuntamiento que mira hacia el futuro decididamente, pero no por ello quiere olvidar sus peculiaridades y conserva vivas antiguas fiestas y tradiciones.




Todas las parroquias tienen sus festejos y romerías, pero las más concurridas son las fiestas del Carmen, tradicional fiesta marinera que se celebra en Cabo da Cruz el 16 de julio, en la que destaca su procesión marítima; y la romería de San Ramón de Bealo, fiesta de honda raigambre que tiene lugar el 31de agosto y que le inspiró a Castelao alguna de sus famosas "Estampas de Cegos".
Estas fiestas populares cuentas con el especial protagonismo de una gastronomía que selecciona los mejores frutos del mar y del campo boirense para preparar los más variados platos. Son famosos los berberechos, almejas, navajas y por supuesto los mejillones de la ría, así como las sardinas, "xoubas" o "xurelos" con "cachelos" o "boroa"; todo ello regado con los vinos tinto y blanco que de manera artesanal se elaboran en las bodegas boirenses.
Tradición y modernidad se dan cita, pues, en unas tierras boirenses en las que conviven las antiguas regatas de traineras con las más novedosas de wind-surf.
Tierras en las que no resulta extraño oír el lejano sonido de la caracola de alguna "pesca" que ofrece por las calles el pescado recién capturado; o tal vez encontrarnos colgado de la fachada de alguna vieja vivienda, un ramo de laurel invitándonos a comprar el "viño da casa" que allí se elabora.


+ info: web del Concello de Boiro

No hay comentarios:

Publicar un comentario